jueves, 20 de diciembre de 2012

WHAT.

Me veo sentada en el banco. Fumando esos cigarrillos de liar que ahora me ha dado por comprar. Hablando. O discutiendo, yo qué sé. 

Me miro a los ojos. Anegados en lágrimas. De esas que se mezclan con el rimmel y me recorren la cara. Tiznándola. 
Siempre igual. La nariz fría. Y los pies, aún más. 

Me escucho mientras expulso el humo. Madre mía.
No puedo aguantarlo más.

Qué haces? Dulce, qué coño haces? 
Qué cojones estás haciendo?






"Para que nunca pierdas la ilusión."



domingo, 2 de diciembre de 2012

Day one.


Que tus manos persigan mi cintura. Que te dé aliento mi boca. 
Que mi cabeza en tu pecho sea la tónica de cada noche. Que mi sonrisa encienda la tuya. Y no haya dudas reflejadas en tus pupilas. Que me pierda en tus ojos. Regodearme en el placer de estar contigo.

Saber volver a tiempo. Y saber pararte en seco.


"La vida empieza cada cinco minutos."




miércoles, 17 de octubre de 2012

Como el agua.

Llegué a un terreno plano, sin impulso. Y me quedé estancada. 
No podía avanzar y por detrás no me paraban de empujar. 

Aguanté el peso de miles de litros de agua detrás mía, de toda una montaña. Se ciernen sobre mí, me amenazan desde las sombras creadas por ellas mismas al erguirse y yo en esta oscuridad no veo. Me han dejado ciega.

Ciega de esperanza, de razón alguna, y de lógica consciente que me empuje e incline mi terreno, que me haga fluir, que me lleve de la mano y me ayude a avanzar. 
Que me saque de las aguas podridas, repletas de suciedad acumulada que vuelven turbia mi mente. Que destrozan mis procesos. Que dañan mi alma. Y sobre todo, que me enfrían el corazón.

Se me está congelando. Lo noto. Empecé sintiendo ese hormigueo, seguido de un punzante dolor por una esquinita de éste, que se ha ido extendiendo hasta el punto de que ya no distingo el agua estancada y fría o mi corazón. 
Necesito seguir fluyendo, necesito crecer, es el curso del río y ni la montaña es nadie para entorpecer.

Me voy a romper, o quizás ya me esté rompiendo. No aguanto el peso. No es fácil ser la única presa del pantano improvisado. Ni el humo de la última calada que se desvanece en el aire. Que se va perdiendo poco a poco siguiendo en la dirección en la que sople el viento, mientras crecen tus preguntas. 

Y desaparecen tus ganas. 

Se las lleva el viento acompañando al humo gris. Te deja ahí, con un "y si..." por bandera y millones de dudas en tu frío corazón.

Naufrago entre tus dudas y ni me susurras para salvarme. No me indicas la salida, tampoco sé si quieres que salga. Me giras el terreno, y pierdo el norte. Aunque lo encuentre, no me busca. No me quiere.







Me perdí en un mapa que algún niño pequeño dibujó, de esos sin sentido, en los que el tesoro existe, pero lo que no existe en el mapa, eres tú. En los que se esconden cosas bajo el agua, o excavando en alguna playa. En los que no se sabe si es el tesoro lo que está enterrado o tú.

Deambulé algunos días, y millones de noches. Lo recorrí entero, yo lo sé. Pero no entendí que no existía, que no era real. Que el tesoro existía pero no en el mapa. O quizás solo lo imaginábamos y simplemente me mentí. Aún así lo recorrí. Sin tus susurros a modo de brújula o mi ideales como norte.

Me limité a dar palos de ciego en círculos pequeños. En los que mi mismo golpe, me golpeaba a mí.
En los que bastaría con levantar la cabeza y abrir los ojos. En los que el tesoro estaba en el centro del círculo y ni desde el cielo se podía ver.

Crucé tus mares de incertidumbres, nadé con fuerza, créeme. Me ahogué varias veces, pero escupí tus dudas tan pronto como las tragué. Escalé por tu confianza y te regalé placer.

Y tras esta aventura, unas gotas de agua fría resulta que me pueden congelar el corazón y un terreno plano estancarme sin razón.

El agua sigue fluyendo, recuérdalo.




jueves, 20 de septiembre de 2012

-


Me echaba de menos a mí también. A la niña activa, apasionada, con ganas de hacer cosas, de reír, de hacerte reír, de pasármelo bien y de estar atenta a que puede ser mi último día cualquier día. A no acostumbrarme, a no tener rutina, a tener que ganarte y que me ganes cada día. Exprimir los días al máximo y los minutos contigo hacerlos zumo.





"You only live once."

sábado, 10 de marzo de 2012

"Vida loca deja marcado"

Pues sí, así es. 
"Para dedicarme virtualmente todo lo que no me dedico realmente."

Hace tiempo sufrí un cambio después de lo que he llamado "mi crisis existencial y personal" de septiembre. Que más que sufrir sería.. alguna otra palabra positiva que no me viene ahora.
En fin, el tema es que he aprendido a ver las cosas de otra manera. Todo. La naturaleza, la vida, las relaciones, los trabajos, los estudios, las obras de arte y mi día a día.

También me he dado cuenta de que es verdad eso que dicen de que 'no hay mal que por bien no venga'. Pues tras creerme que me iba a morir allí mismo, he salido. Y no solo he salido como entré. Si no 821763402 veces mejor.
Aunque también tengo que añadir que no estoy nada de acuerdo con que el sufrimiento te redima ni nada parecido.

Pues bien, suena a tópico. Porque cuando me he escuchado alguna vez decirlo en voz alta me ha sonado a topicazo. Pero me lo creo de verdad.

Cada día es un comienzo. Un día nuevo. Estrenas día, y como cuando estrenas juego, ropa, o cualquier otra cosa, estás contento. Aunque sea a nivel cognitivo.
Cada día es único, son momentos únicos. No se van a repetir. Y ni el pasado, ni el futuro, sirven para nada. Hay que vivir en el presente. El pasado no lo vas a poder cambiar y el futuro ya se ocupará de él la ley de la atracción. 

Levántate con ánimo. Sé positivo. Nada te puede turbar. Y si lo hace te va a repercutir en el futuro. Vive cada momento. Limítate al espacio donde estás. Deja la puta blackberry. Deja de presumir por whattsap de lo que supuestamente estás haciendo, si realmente lo que estás haciendo es vivir escribiendo por un móvil.

No hay nada por lo que pre-ocuparse. Hasta que no llegue el momento no se vivirá. No hay que querer vivir por adelantado porque no se puede.

Cuando te acercas a la muerte, cuando todo pierde sentido, cuando absolutamente nada te importa, te empiezas a ocupar de otro tipo de cosas. 


Me enamora la naturaleza, cada amanecer que veo subiendo a la sierra, volviendo de fiesta, o madrugando para estudiar me llena de ganas de vivir. Cada atardecer bajando, estudiando, cenando o en la calle me dan ganas de llorar y más ganas de vivir. Empiezan y acaban. Son preciosos. Cada día flipo con ellos. Son únicos. Nunca hay dos atardeceres iguales, como los días o los momentos.

Me fascina el ser humano, las mentes. Nuestra forma de actuar, de pensar, de movernos, las relaciones que establecemos.. Los rasgos de cada persona, el proceso mental que establecemos en cada momento y nuestros patrones de predictibilidad y de lo que creemos que va hacer la otra persona. Nuestros prejuicios, estereotipos e ideas pre-concebidas. Todas las gilipolleces que tiene la mayoría de la gente. Nuestra manera de organizarnos políticamente. Nuestras creencias y opiniones. Me fascina el ser humano en general. Aunque no comparta la mayoría de las ideas me gusta observarlas. Me fascina.

He cambiado mi filosofía de vida en unos meses y cada día me impresiona más. Todo está en la ley de la atracción. Todo está en la mente. Ése es el secreto.
Y no porque digáis que fumo porros, que voy colocada y que soy una desequilibrada.
Cada día pienso esto varias veces al día y no voy colocada 24/7. Mi primera entrada en el blog hablé de la genialidad y la locura. Hace casi un año que escribí eso y cada vez compruebo que la mayoría de los genios saben el secreto.

Cada día es maravilloso.

Hacer lo que quieres en cada momento. Sentirte bien contigo mismo. Quererte más o menos. Pero estar agusto. Amar el mundo y la vida. Sentirte vivo. Amar lo que haces.



Voy a adjuntar el discurso que más me ha marcado de Steve Jobs, en mi opinión, uno de los genios de este planeta. Salud mental y ley de la atracción. Ése es el secreto. Me deja sin palabras cada vez que lo veo.

"Cada mañana me he mirado en el espejo y me he preguntado: “Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?” Y si la respuesta era “No” durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo.

 Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida.

Porque prácticamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante."


Amar lo que hagas. Cuando vi el discurso de Steve Jobs hace ya algunos años, me marcó tanto que inconscientemente me he estado guiando por ese criterio. Preguntarme cada día si quiero hacer lo que vaya a hacer si fuera el último día de mi vida. 
Desde septiembre, me lo pregunto todos los días. Y mi respuesta es sí, sí y sí. Cuando me encuentro en situaciones incómodas, o que me disgusten, me acuerdo y me lo planteo. Si realmente la respuesta es no, hago lo posible por cambiar ese "no".

Querer lo que vayas hacer. No hacer las cosas de mala gana o sin ella. Cada día que voy a clase, voy porque quiero. Porque me gusta ir. Y no voy a dibujar en la agenda, a hablar por whattsap o a molestar. Si algún día ese es mi propósito no voy. Hago lo que realmente tenga en la cabeza.
Cuando me pongo a estudiar, me pongo porque quiero. Porque realmente quiero estudiar. Estoy motivada y tengo un fin claro. Voy a disfrutar con ello.

Reestructuración cognitiva, si queréis llamarlo así. Piénsalo. Haces lo que haces porque quieres. Sacas el máximo provecho y te concentras en ese momento y no en el 'antes' o el 'después'. Si tienes que ir al colegio, a la facultad o al trabajo, vas porque realmente quieras hacer eso. Y no a difundir en el lugar tu amargamiento.
Clarificar los fines. 
Al colegio, no te queda otra. Pues ya que vas, pásalo bien, aprovecha el tiempo. No pienses en la tarde anterior o en la siguiente. Eso ya lo harás después.
A la facultad nadie te obliga a ir. Estudia lo que te guste. Y si estudias lo que amas no te va a suponer ningún sobreesfuerzo. Vas a disfrutar. En el trabajo igual.


Los compromisos. Ese es otro tema parecido. No tienen que existir. No hacer nada que no quieras.
En última instancia, si no tienes ganas de salir, comer, ir a un cumpleaños, hacer la compra, ..., no salgas, no comas, no vayas, no la hagas. Qué más da lo que piensen. Allá tu y cómo te manejes con las consecuencias. No hay nada que no tenga solución, menos la muerte. Así que cualquier situación que desencadenes, ya averiguarás cómo solucionarla después. Pero siempre puedes querer. No tienes que moverte por compromisos, si no por convicción propia. Por realmente creer en lo que haces. Amarlo y quererlo.

El miedo pierde sentido, el ridículo y el qué dirán. Todo pierde sentido y lo coge el tiempo. El tiempo y su velocidad. Buscas tu bienestar. Puede sonar egoísta. Pero tu bienestar no depende de hacer mal a los demás (en mentes sanas). Y aún así, si todos lo buscáramos y nos centráramos en nosotros mismos, creo que sería imposible dañar a los demás. Otro día escribiré sobre esto.

Dar gracias cada día. El cristianismo no está nada mal. Todos estamos en cierta medida influidos por él porque vivimos en un estado que ha estado bajo la religión cristiana más de 2000 años, y se nota en muchos aspectos aunque lo quieran negar. Yo, personalmente, me considero 'que paso del tema', que creo que ha esto lo han llamado agnosticismo. (Por poner etiquetas, ya sabemos). Pero es una evidencia que a dios se le mete por todos sitios.
Volviendo al tema, que me voy por las ramas; pienso y escribo, escribo y pienso; tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas. Creo que esto lo desarrollaré en otra entrada también.
Lo que yo quería decir, es que en los cristianos se lleva mucho lo de "dar gracias". Y bien, no hace falta ser cristiano para darlas. Hay que hacerlo cada día. Sentirse afortunado. Mucho.
Por vivir donde vives, por estudiar lo que estudias, por tu madre, por tu padre, por el amor, por las dificultades pasadas, por tu hermano, por tu casa, por las habilidades, por la salud, por los objetos que tengas, por los que no tengas y tampoco te gustaría, por las relaciones que tengas en tu familia y fuera de ella, por las posibilidades, por el presente, por lo que pienses y por lo que piensan. Por cada pequeña cosa que ves cada día y das por hecho que tiene que estar ahí. No vemos que no tendría por qué estarlo.
Y si no estamos conformes, pues aplicamos la ley de la atracción. Es un círculo, ya lo sabemos. Nunca hay que estar conforme, aunque sí valorar cada cosa.



"The sky is the limit.
No dream is too big."

El cielo es el límite y ningún sueño es demasiado grande.
Esta vida es muy grande y está llena de cosas pequeñas que no vemos. Agradécelas cada día. Valóralas. 
Algún día los tuyos pueden no estar, y ya no podrás. Aprovecha el momento. Demuestra tu amor, tu pasión, tus ganas de vivir. Esto no es para siempre, y es ahora cuando puedes hacerlo.

Ante la muerte, usando el criterio de Steve Jobs, las discusiones tontas con los tuyos pierden el sentido. No hay que darle más vueltas. Si fuera tu último día, no te gustaría terminar así. 

Cada día es un nuevo comienzo y cada día hay que enamorarse de nuevo. 

Si ésto se lo aplicara todo el mundo, y se centrara cada uno en sí mismo.. las cosas serían de otra manera.

"Sé tu el cambio que quieres ver en el mundo"




Sé feliz. 

miércoles, 7 de marzo de 2012

Step.

Y escribes mil borradores, lo expresas de mil formas, y nunca lo enseñas, nunca terminas de decidirte. Siempre te parece el último paso, el gran paso, con el que sabes que la vas a liar. Pero hoy me da igual. De hecho, hoy me da igual todo. No me importa liarla.