domingo, 24 de abril de 2011

Welcome

Lo normal sería dar una bienvenida, saludar, presentarme...a saber qué! Pero no saben lo poco que me importa "lo normal", "lo típico" y "lo que está bien visto".


Y una vez más, con los finales a la vuelta de la esquina, jugándomelo todo, y agobiada de más, no puedo concentrarme en lo que debo. Tengo ese tipo de cosas pesadas en la cabeza, repetitivas, que no puedo parar de pensar en ellas. Y una laaaaarga lista de cosas por hacer. Echando cuentas, debería estar estudiándome la II República, los relativos, haciendo unos documentos que tengo que entregar mañana, y ya no voy a pensar en los tres temas que llevo de retraso en arte. Románico, gótico y barroco. Que apenas son largos, por cierto. Y pensándolo fríamente, sí, he llegado a una conclusión, soy gilipollas. Aquí me veis en unas de mis reflexiones, y lo malo no es que hoy me haya levantado filosófica, sino que llevo toda la puta semana igual.


En fin, el otro día en una de esas, en una de tantas, escribí algo, mi primera reflexión "pasada por humo" que voy a publicar.



Realmente somos una mente encadenada a un cuerpo que funciona como autómata. No nos liberamos, nos mantenemos atados porque está mal visto lo contrario. Está mal visto ver a un cuerpo ausente que no presta atención a nada (material) ya que su mente se encuentra a kilómetros de ¿distancia? Eso para ella no existe, está aquí, allí y en siete sitios a la vez si quiere, y sin embargo, no está en ninguno. No existe el espacio ni el tiempo.

Los cuerpos nos movemos en el plano material y todo está condicionado y creado por y para él. En cuanto nos salimos de él, socialmente (plano material otra vez, en la mente no hay sociedad, estás tú contigo mismo y te sobra lo demás) se señala y se desprecia porque es diferente, porque “no es lo natural”, pero es que lo natural tampoco es ir vestidos y lo hacemos. Es la puta sociedad la que nos influye, que se creó para mantener ¿el orden? Y realmente, ¿para qué?

Tengo ideas desordenadas, distintas, me surgen de diferentes sitios, las escribo tal y como me vienen, sin orden. Y no sabes lo poco que me importa que me apuntes con el dedo y me digas; ‘joder tia, estás to coloca, aes?’ Pues sí, hijo, si, y quizás más realista de lo que tu encadenada mente y tu cuerpo autómata puedan aspirar a estar jamás.

Y no me importa el orden, quizás el texto no tenga ni coherencia, ni cohesión, y sabes qué? No me importa. Aunque quizás si, quizás si la tenga, yo sí que se la veo, y al fin y al cabo, todo es relativo.

Es algo tan etéreo, tan frágil y tan fuerte. Mucho más que el cuerpo, mucho más que cualquier cosa material, y sin embargo es casi indestructible.

En un plano intangible, una pluma de esas antiguas, que revolotea soltando tinta de manera inquieta y si nos queremos detener en algún punto es como si no la dejáramos avanzar escribiendo, sigue soltando tinta y revoloteando nerviosa, pero toda en el mismo sitio, queremos analizar el pasado, entenderlo, mientras no dejamos correr el futuro o el presente, y se nos junta toda la tinta en el mismo sitio, hasta que mancha.


Nos dejan de importar las cosas del día a día, lo que podríamos llamar “problemas”, eso pasan a ser verdaderas tonterías. Y supongo que es el estado que mucha gente busca.
Pero el otro día me di cuenta que, creo que fue Platón el que dijo, que teníamos estructura tripartita. Y mi conclusión fue que en aquel entonces  se descubrió lo que era la acción que en el plano material se le ha puesto el nombre de “fumar”. Platón, influido por la sociedad religiosa que vivía entonces, dijo tres partes, pero realmente, yo creo que es bipartita. Cuerpo y mente.

Y es en los momentos como el de ahora, en los que lo percibo claro.
Veo mi mano escribir y me hace gracia y ¿Por qué no? Me rio. Y a la vez mi mente está por ahí, pensando en tonterías a la vista material.

Me percibo como una tercera persona pero me hace gracia ver desde fuera que soy la mismo y no hay otra, que solo he soltado un poco la cadena, como los presos en la cárcel con la bola esa de metal a la que están atados de un pie, vestidos a rayas blancas y negras. Nosotros solo nos vestimos. Sin rayas, pero nos vestimos. Solo que mi cadena no pesa una mierda, o quizás yo estoy to fuerte de ir tanto al gimnasio..jajajajajaj, y ya puedo volar como si fuera un pañuelo de papel lo que me atara..


Enfin, supongo que es en el momento en que te da la ostia, a partir del cual dejas de recordar el recorrido de tu cuerpo vagando por el mundo siguiendo el plan preestablecido, automatizado, o recordar vagamente, para pasar a solo recordar sensaciones, solo ser consciente del presente en ese momento, un segundo después ya no sabemos sino el presente nuevo, mientras que nuestra mente vuela, por ahora en mi caso, no libre del todo. Aún la tengo encadenada, si me abandonara y fuera libre del todo me percibiríais como otra “hecha peazos” más del montón, que se pasa los días ausente y aunque socialmente “no mole”, estoy segura de que no me arrepentiría. Sería como un profesor que me dio clase en una ocasión. Pero aún quiero permanecer encadenada unos años mas.. Que he descubierto que si liberas tu mente teniendo la vida “medio resuelta” y siendo más mayor, no se te percibe como un “hecho peazos” más. De hecho, tengo una teoría sobre que ahí aparecen los genios y sus genialidades.

Las cosas no son así porque tengan que ser así. Aleatoriamente son así. Y podrían ser de cualquier otra manera, pues claro! Solo es cuestión de que tu la concibas, el problema? No somos capaces de concebirlas. Y si lo hacemos, se ríen, y nos llaman locos. Bueno, y qué? Hay que estar muy loco para ser un genio. La Alhambra podría ser como el Acuaola y tener  toboganes hasta Granada. Podría no existir la fuerza de la gravedad, aunque algunos ya estamos acostumbrados a prescindir de ella. Podríamos nadar en el aire. Podríamos poder teletransportarnos a lo Doraimon. Podríamos usar ropa que fuera como las fundas de las Blackberrys. Creemos que está fuera de nuestras posibilidades o simplemente no nos lo hemos tomado en serio, pero realmente yo creo que somos capaces de lo que nos propongamos. Lo que pasa que nos gusta vivir cómodos. Que otros inventen y nosotros paguemos por el invento. Y a partir de aquí, la economía.

Las cosas son así aleatoriamente, podrían ser de cualquier otra manera. Peeeero hemos decidido que sean así y lo que no nos guste, quejarnos, en vez de hacer por cambiarlo. Somos así de tontos, qué le vamos a hacer..

Una sociedad donde todos fumaran, donde no hubiera  edad sino solo en la que cada uno se sintiera preparado, donde las cosas además de ser aleatorias, fueran eternamente cambiantes.

Me acabo de dar cuenta de que el cuerpo es la distracción de la mente. Y de que en esta sociedad tan “guay” que tenemos, lo único que hacen es potenciar el cuerpo y todas las miles de gilipolleces relacionadas con el.. Un ejemplo? Enciendan la tele. Menos mal que yo no tengo..asi estoy jajajaj enfin.

Supongo que los comentarios críticos y la filosofía me están afectando a la cabeza. Pero, sabes qué? Tampoco me importa.

Se parece tanto al momento este en que estás a punto de dormirte pero tu mente sigue pensando..encadenada todavía de cierta manera. Esperando al momento en que te duermas y no tener que estar pendiente de no parecer ausente, para irse lejos, lejos. Y concebir esas cosas que conscientemente no eres capaz, para luego recordar como un sueño y reírte de ellas por la mañana.

Una acción puede estar justificada desde pensamientos muy distintos. Dos cuerpos se pueden unir cuando el entorno es mas o menos el mismo, y eso no es difícil. Todos vivimos mas o menos en el mismo mundo. Y eso es fácil de romper en realidad. Lo difícil es cuando dos mentes se unen, en mi opinión, es casi imposible. Las mentes están “locas”, y la locura es difícil de compartir porque no sigue ningún patrón de comportamiento ni actuación. Pero a veces, pasa.

El deporte es una manera de no pensar. Mundanamente, se usa para “liberar la mente”, para que “descanse”, pero de cosas “mundanas”. Es la única manera con la que consigo no pensar absolutamente en nada que no sea lo que mi cuerpo está haciendo. En los vuelos excesivamente largos, cómo éste, empiezo a notar el peso de la cadena en mi mente, y me cansa aguantarlo. Con el deporte me descanso. Canso al cuerpo para darle libertad de actuación a la mente.

He llegado a no sentir mi propio cuerpo estando tan absorta en lo mío, que durante fracciones de segundo, teniendo los ojos cerrados, se me ha olvidado que tenía cuerpo, y me he dado cuenta lo sumamente autómata que me vuelvo..lo odio. He tenido que abrir los ojos para recordarlo.

“No sabes cómo coger el paso” – lo comentaron el otro dia en una de esas. Y qué verdad. Se te olvida totalmente, no sé si me gusta o me disgusta, no sentirme dueña de mi cuerpo. Bah, tampoco me importa.

Escribo por impulsos nerviosos, exagerados. Y cuando me muevo, exageradísimos. Todo por no parecer ausente. Qué asco de sociedad..

Odio cuando la gente te mira con cara de pena y te habla como si tuvieras tres años. Entiendo perfectamente lo que me dices, gilipollas, pero no me apetece contestarte. Y te miro con la vista ausente. Y no sabes lo poco que me importa lo que estés pensando..
Volando me canso tantísimo la mente, que no me apetece mover el cuerpo, a veces ni puedo moverlo. Parezco ausente, y no me gusta rendirme y quedarme así, pero a veces estoy tan cansada..

El sexo es otro ámbito del entorno del cuerpo que excluye a la mente por completo. No pinta nada. Y por eso te deja tan vacío. Si se piensa ahumadamente, no sirve para nada. En caliente, es otra vertiente.

Me acabo de dar cuenta de que si las mentes están en contacto, no hace falta el contacto material para saberlo, aún así, gusta.

Hacemos tantas cosas que en realidad son innecesarias y las tildamos de imprescindibles.. Creo que, realmente, no es necesario ni respirar.



En la intimidad de tú contigo mismo, sobra todo lo demás, y cualquier persona que haya alrededor puedes hacerla desaparecer con tanta facilidad.. Al fin y al cabo, qué más da?
Bah, no sé, y tampoco me importa, es todo tan complejo a la vez que tan simple...




No hay comentarios:

Publicar un comentario