viernes, 11 de enero de 2013

think.



En mirarte a los ojos, en soñar con ellos abiertos, en hacerlos juntos. Recorriendo el mismo camino. Pedregoso,  amplio, retorcido, recto, con muchas curvas, de cualquier manera. Pero juntos. 

Juntos y convencidos de ello. En disfrutar cada recoveco del camino. En saber ver por el lado bueno del cristal cada piedra mal puesta delante de nuestros pies. En jugar a saltar las piedras que nos quieran hacer tropezar. En reírnos de la caída y en agarrarnos fuerte si nos tenemos que levantar. En poner espalda con espalda y trepar el pozo si caemos. Derecha, izquierda, derecha, izquierda... Hasta llegar arriba. Juntos.

Quería poder contarlo cómo se merecía. Mirándote a los ojos. Uno de los pasos más importantes. En poder darte esa alternativa que queríamos. En reafirmarnos en nuestro sueño, porque quería que fuera más que eso. Pero poder soñarlo juntos. Frente a ti. Verlo reflejado en tus ojos. Y poder darte ese beso lleno de promesas, de futuro, y sobre todo, de unión. De complicidad. Quería ver una sonrisa repleta de seguridad, de amor, de planes de futuro, de confianza. 

No me quería perder por nada del mundo esa cara. 

No tiene precio. No sabría ponerselo. Porque son de las mejores cosas del mundo. De esas que no se olvidan. De esas que sé que me iban a alimentar. 

Encontrar ese hueco que está por ahí para nosotros. Ver que te podía sacar esa sonrisa que anhelaba estamparme para mí.

No era más que intentar tratar al momento cómo se merecía.






¿Qué te voy a contar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario