viernes, 30 de agosto de 2013

Fuck!

Me desperte agitada. Había sido una pesadilla.
Recorrí el pasillo a grandes zancadas y me planté frente al espejo.
Me observé detenidamente. Despacio. Cada uno de mis rasgos.

Y entonces vi en lo que me había convertido.

Mi ojos reflejaban maldad, rabia, rencor. Tenían una expresión despiadada que no olvidaré.
Mi boca se mantenía inmóvil con un gesto de asco que no sé donde habría aprendido. Mi nariz tensa, impasible.
Mi corazón frío, congelado en el tiempo y totalmente acorazado en acero. 
No podía ser cierto. Mi carita dulce, mi corazón caliente, ...
¿Dónde estaban? ¿Qué había pasado? ¿Quién era esa?

Me horroricé al principio. Me espantó lo que vi.




Me paré a pensar... Y entonces entendí que era lo que quería ser. Me había convertido en el fruto de lo que llevaba años cultivando.

Era una auténtica hija de puta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario