Y las mismas movidas mentales de siempre.
Yo no quería saber nada más de eso. Me daba igual ya.
Horas vacías. Tardes muertas. Muchas cosas que hacer y un buscar el sitio para mí constante.
Pasaban los días y nadie lo sabía, pero yo ya no estaba allí. Me había ido. Nadie se daba cuenta. Yo tampoco quería. Sonreía, asentía... Y con mi máscara bien atada hacía lo que quería. Qué más daba?
Tal vez algún día pueda mirar atrás y recordar todo esto como una etapa más, un momento de mi vida en el que todo me daba igual. Con algún tachón en los renglones, alguna nota al margen y días de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario