Te eché más de menos que otra cosa. Te di vueltas, conmigo, con mi ciego y mis ganas.
No sabía en que momento había empezado a estar así, pero llevaba en el cuerpo más alcohol de la cuenta y más ratos de penas ahogadas de los que debiera.
Yo solo quería ya poder dormir. Que se me pasaran los mareos, las vueltas y las tonterías... Así que le eché dos huevos, me tumbé en la cama y esperé.
Realmente te esperaba a ti, que llegaras, que me abrazaras, que me dieras un beso y que te acostaras. Pero no llegaste nunca, y en algún momento... me quede dormida.
Realmente te esperaba a ti, que llegaras, que me abrazaras, que me dieras un beso y que te acostaras. Pero no llegaste nunca, y en algún momento... me quede dormida.
Esperándote.
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